Si la empresa te va a realizar un despido por bajo rendimiento debido a que voluntariamente has dejado de trabajar al ritmo que debías o la empresa te está acusando falsamente de ello, es fundamental que conozcas las consecuencias que te acarrearía.
Por esa razón, te voy a explicar en qué consiste el despido por bajo rendimiento, qué condiciones se han de dar para que dicho despido sea justificado, qué es lo que tienes derecho a cobrar si la empresa extingue tu contrato de trabajo por ese motivo y cómo puedes impugnarlo, si no estás de acuerdo con esta sanción disciplinaria.
¿Qué es el despido por bajo rendimiento en el trabajo?
El despido disciplinario por bajo rendimiento en el trabajo es la sanción que puede aplicarte la empresa al amparo del art. 54 e) del ET, si estás disminuyendo de forma continuada y voluntaria tu rendimiento en el trabajo.
En otras palabras, la empresa puede despedirte por esta causa si tu rendimiento está por debajo del que tenías normalmente o del que pactaste en su momento, y dicho comportamiento está perjudicando a la empresa.
Requisitos para que la empresa pueda realizar un despido por bajo rendimiento
Para que el despido disciplinario por bajo rendimiento sea legal, se han de cumplir los siguientes requisitos:
- Ha de ser la propia persona trabajadora la que esté realizando de forma voluntaria y continuada en el tiempo, una reducción del rendimiento en el trabajo, que carece de justificación alguna. Demostrando de forma mantenida en el tiempo, desidia o dejadez en sus funciones.
- No se trata un comportamiento ocasional o puntual. Ya que dicho comportamiento grave y culpable, ha de prolongarse en el tiempo. Por eso, normalmente se trata de un comportamiento persistente y con intervalos regulares, que suele producirse durante un promedio de 4 a 6 meses. Aunque hay jueces que han reconocido como procedente el despido por bajo rendimiento cuando se ha producido esta disminución en semanas o en días. Así que, la duración, depende de cada caso en concreto.
¿Cualquier tipo de reducción en el rendimiento sirve para despedir?
No, si te acusan de haber reducido voluntariamente tu rendimiento en el trabajo, debes haber disminuido notablemente tu productividad. Es decir, dicho descenso ha de ser importante para que el despido esté justificado.
Ya que la sanción de despido por bajo rendimiento está reservada solo para los casos más graves. Porque para el resto de casos, debe imponerse otras sanciones menos perjudiciales para la persona trabajadora, por ejemplo, una amonestación verbal o por escrito, o una suspensión de empleo y sueldo.
¿Cómo puede demostrar la empresa la disminución del rendimiento?
Según la jurisprudencia, la empresa puede acreditar la caída de la producción de la persona trabajadora (para justificar el despido disciplinario por bajo rendimiento), comparando el rendimiento que tiene actualmente con el rendimiento medio de trabajo que:
- Haya tenido en periodos anteriores, en épocas similares.
- Tienen otros compañeros de trabajo de la empresa, con sus mismas funciones y condiciones laborales.
- Suelen tener los trabajadores de su mismo sector.
Por tanto, el despido por bajo rendimiento se debe a una reducción del rendimiento normal de un trabajo diligente y con buena fe. Sin embargo, también puede darse el caso de que esta disminución sea inferior a la pactada, si en el contrato de trabajo o en un documento adicional, la empresa y la persona trabajadora hubieran acordado una serie de objetivos o un rendimiento medio.
Aunque por norma general, hoy en día, las empresas suelen contar con distintas herramientas para medir el rendimiento objetivo del personal de su plantilla. Así que, es habitual que las empresas dispongan de pruebas suficientes para justificar el despido por bajo rendimiento. Pero también es cierto, que algunos empresarios utilizan esta causa de despido de manera fraudulenta, estableciendo una organización del trabajo o unos objetivos abusivos, para intentar despedir a la persona trabajadora sin tener que pagarle la indemnización que le correspondería.
¿Qué consecuencias tiene el despido por bajo rendimiento?
Si la empresa decide hacerte un despido por bajo rendimiento, tendrá que:
- Darte la carta de despido, en la que la empresa indicará la causa por la cual ha decidido prescindir de tus servicios y los criterios que ha tenido en cuenta para determinar esa disminución de la productividad. Porque si simplemente manifestara una reducción del rendimiento en términos generales, el despido tendría la consideración de improcedente. Por esa razón, es importante que conserves este documento. Porque en caso de demandar a la empresa, será una prueba fundamental a tu favor.
- Pagarte el finiquito por los salarios que hayan quedado pendientes de cobro (por ejemplo, las vacaciones que te han quedado pendiente de cobro, las horas extras sin cobrar, la parte proporcional de las pagas extras que no hayas percibido todavía, etc). Pero no tendrás derecho a indemnización, ya que se trata de un despido disciplinario.
Asimismo, podrás cobrar la ayuda por desempleo que te pudiera corresponder, aunque haya sido un despido por bajo rendimiento.
¿Qué puedo hacer si no estoy de acuerdo con el despido por bajo rendimiento?
Presentar una papeleta de conciliación en el servicio de mediación, arbitraje y conciliación correspondiente, en el plazo de 20 días desde el despido, para intentar llegar a un acuerdo con la empresa. Y si no consigues llegar a un acuerdo, ya podrás demandar a la empresa ante el Juzgado de lo Social.
¿En qué me beneficiaría impugnar el despido si es injustificado?
Si en el acto de conciliación la empresa reconoce que el despido ha sido injustificado, o es el Tribunal tras dictar la sentencia quién manifiesta dicho extremo, conseguirás que la empresa haga una de estas dos cosas:
- Readmitirte de nuevo en la empresa, con las mismas condiciones de trabajo que tenías antes del despido por bajo rendimiento. Y también tendrá que pagarte los salarios de tramitación.
- Abonarte una indemnización equivalente a 33 días de salario, por año trabajado.
En el juicio, ¿quién debe acreditar la disminución del rendimiento?
En caso de que decidas demandar a la empresa porque crees que la causa del despido por bajo rendimiento carece de justificación, será la empresa la que tendrá que probar la existencia de la disminución de tu productividad, mediante la aportación de las pruebas que considere oportunas. Y si la empresa durante el juicio consiguiera acreditar esa disminución en tu rendimiento, tendrías que demostrar que dicha reducción ha sido por causas ajenas a tu voluntad.
Con esas declaraciones y las pruebas presentadas, ya será el Tribunal el que decida si el despido es procedente, improcedente o nulo.
Por último, conviene que tengas que presente, que si la disminución del rendimiento ha sido a consecuencia de una enfermedad o una dolencia, el despido por bajo rendimiento no estaría justificado, ya que en ese caso estaríamos ante una ineptitud sobrevenida. Y de ser así, tendrías derecho a un despido mucho más beneficioso para ti, ya que no se trataría de un despido disciplinario.
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