Si como trabajador o trabajadora quieres demandar a tu empresa, puedes contratar los servicios de un Graduado Social o un Abogado para que te asesore jurídicamente y te represente en el juicio laboral. Pero es posible que dudes qué profesional puede reclamar mejor tus derechos, porque desconoces la diferencia que hay entre ambos.
Por eso, en esta entrada te voy a explicar qué es un Graduado Social y en qué se diferencia del Abogado. De esta manera, podrás tener un criterio propio a la hora de elegir cuál de ellos quieres que lleve tu caso. Porque la elección de un buen profesional es fundamental para resolver cualquier problema.
¿Qué es un Graduado Social?
Un Graduado Social es un asesor jurídico y económico, especializado en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Relaciones Laborales, Economía laboral y de empresa, y Recursos Humanos. Está titulado por la Universidad española con el Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos.
El Graduado Social se dedica al asesoramiento, representación y gestión de dichas materias. Y puede defender a trabajadores, empresas o entidades, en juzgados y Tribunales del Orden Social. Para ello, en el juicio, al igual que el Abogado, está obligado a usar una toga negra como símbolo de distinción y respeto.
Además, son expertos en extranjería, por lo que algunos realizan funciones de asesoramiento jurídico y gestión de documentación, de personas extranjeras.
Para el ejercicio libre de esta profesión, es indispensable pertenecer al Colegio Profesional de Graduados Sociales (de la provincia donde se encuentre ubicado su despacho profesional) y respetar el correspondiente Código Deontológico de la Profesión.
¿En qué se diferencian los Graduados Sociales y los Abogados?
Un Abogado puede ejercer de asesor jurídico en todas las jurisdicciones que existen (Civil, Penal, Contencioso-Administrativo, Social y Militar). Por tanto, se trata de un perfil profesional generalista, ya que al acabar la carrera, pueden llevar a cabo juicios de todo tipo, por: accidentes de tráfico, divorcios, herencias, despidos, etc.
Sin embargo, el Graduado Social es un profesional que ha realizado desde el primer momento unos estudios universitarios especializados en Derecho laboral y de Seguridad Social. Y que solo puede actuar en dicho ámbito. Es decir, únicamente está presente en la jurisdicción social. Pero basta con darse un paseo por los Juzgados de lo Social para ver que intervienen en más de la mitad de estos procedimientos judiciales.
Pero aunque los Abogados puedan ejercer en todas las jurisdicciones y defender el caso en cualquier Tribunal, han cursado muy pocos créditos en Derecho del Trabajo y Seguridad Social, en comparación con un Graduado Social.
En conclusión, tanto los Graduados Sociales, como los Abogados y Procuradores, pueden representar en juicio a trabajadores, entidades o empresas.
¿Los Abogados tienen un rango académico superior a los Graduados Sociales?
No, porque los Abogados y los Graduados Sociales tienen el mismo rango académico y jurídico. Lo que sucede es que esta última, suele ser una profesión desconocida por la mayoría de personas. En cambio, los empresarios suelen conocer muy bien cuál es el trabajo que desarrollan este tipo de profesionales y los conocimientos tan especializados que tienen. Por eso, los Graduados Sociales suelen estar presentes en la mayoría de departamentos de RRHH de las diferentes empresas, en entidades, departamentos jurídicos, etc.
¿Qué es mejor, contratar a un Graduado Social o a un Abogado?
Tan bueno puede ser un Graduado Social como un Abogado para demandar a tu empresa, ya que ambos profesionales están cualificados para ello. Ahora bien, en cualquier caso, habrá muy buenos profesionales y otros menos buenos. Por tanto, se trata de encontrar a un Graduado Social o a un Abogado de confianza, que conozca en profundidad la legislación y el procedimiento laboral. Para que diseñe la mejor estrategia a seguir, con el fin de que te consiga una sentencia lo más favorable posible.
¿Qué cuesta más, un Abogado o un Graduado Social?
Ambos profesionales manejan tarifas muy similares. Así que, hay de todo. Porque no depende de si se trata de un Abogado o Graduado Social, si no de los precios que fije cada profesional de forma independiente. Por ese motivo, encontraras opciones más económicas que otras.
En este sentido, hay que aclarar que tanto el Colegio de Graduados Sociales como el Colegio de Abogados establecen unos baremos de honorarios orientativos, pero solo a efectos de tasación de costas y jura de cuentas. Por lo que Abogado o Graduado Social, es libre de fijar las tarifas que crea oportunas respecto al resto de servicios. Así que, lo habitual es que acuerden contigo sus honorarios en función del encargo que les realices.
A modo orientativo, comentarte que el coste fijo de un juicio suele estar entre los 300 € y los 600 €. A lo que hay que añadir la parte variable, ya que si llega a un acuerdo en conciliación con la empresa o gana el juicio, el Graduado Social o el Abogado puede pactar contigo cobrarte un porcentaje (que suele estar entre el 8% y el 15%) de la cantidad económica que te consiga como resultado del litigio. Por eso, son los principales interesados en ganar lo que estás reclamando. Más el 21% de IVA.
Aquí puedes ver otras alternativas y otras tarifas, si quieres demandar a tu empresa.
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